Cómo acceder al Escritorio remoto de Windows: una guía completa paso a paso

Usar el Escritorio Remoto de Windows no es precisamente complicado, pero si es la primera vez que lo configuras o si las cosas no funcionan correctamente, puede resultar algo frustrante. Quizás tengas la función activada en tu PC, pero la conexión desde otro dispositivo simplemente no se realiza o se desconecta constantemente. Es bastante común: Windows tiene un montón de pequeñas peculiaridades, y a veces la configuración de red o los permisos interfieren. La buena noticia: hay soluciones sencillas que pueden ayudarte a recuperar el control, y lo mejor de todo es que no necesitas ser un experto en tecnología para solucionarlo. Una vez que lo consigas, será como tener tu PC en el bolsillo, lo cual es genial cuando trabajas de forma remota o ayudas a solucionar problemas.

Cómo solucionar problemas comunes del Escritorio remoto de Windows

Método 1: Verifique que el Escritorio remoto esté habilitado y configurado correctamente

Este paso es básico pero crucial. A veces, simplemente se trata de que la opción esté desactivada o mal configurada. Ve a Configuración > Sistema > Escritorio remoto y asegúrate de que la opción “Habilitar Escritorio remoto” esté activada. Al activarla, Windows normalmente te preguntará si deseas permitir conexiones. Confirma esto y también considera marcar “Requerir que los dispositivos usen autenticación de nivel de red”; en la mayoría de las configuraciones, esto añade una capa de seguridad, pero podría bloquear a algunos clientes antiguos. Además, comprueba que tienes permiso para acceder a través del Firewall de Windows; para ello, ve a Panel de control > Sistema y seguridad > Firewall de Windows Defender > Permitir una aplicación o función a través del Firewall de Windows Defender y asegúrate de que la opción Escritorio remoto esté activada para tu tipo de red (privada o pública).De lo contrario, las conexiones fallarán silenciosamente o serán rechazadas. Es extraño, pero en algunos equipos, esto falla la primera vez; es posible que tengas que desactivar y volver a activar la opción o reiniciar el PC para solucionar el problema.

Método 2: Verifique que el nombre de red o la dirección IP de su computadora sean correctos y accesibles

Piensa en el nombre de tu computadora como una dirección: si es incorrecto o se cambia, te encontrarás con un error de conexión. Para ver cuál es el nombre de tu computadora, ve a Configuración > Sistema > Acerca de o abre Símbolo del sistema y escribe hostname. Si estás pensando en usar una dirección IP en su lugar (a veces más confiable si tu red es inestable), abre Símbolo del sistema y ejecuta ipconfig. Es posible que prefieras usar la dirección IPv4 (algo así como 192.168.x.x) ya que es más estable durante las sesiones locales. En algunos enrutadores, averiguar tu IP externa puede ser útil si te conectas a través de Internet, pero esa es una configuración más complicada que involucra el reenvío de puertos y problemas de IP dinámica. Además, asegúrate de que tu PC esté despierto y conectado: si está en suspensión o hibernando, Escritorio remoto no lo encontrará, lo que genera confusión.

Método 3: Verificar el cliente de escritorio remoto y las credenciales

A veces, se trata de pequeños detalles: asegurarte de que tu aplicación de escritorio remoto esté actualizada o de que estés ingresando el nombre de usuario y la contraseña correctos. En el dispositivo que te conectas, abre la aplicación Escritorio Remoto (en Windows, se llama Conexión a Escritorio Remoto y se encuentra en el menú Inicio).Introduce el nombre de la computadora o la dirección IP correcta y, cuando se te soliciten las credenciales, usa el nombre de usuario que coincida con la cuenta en la PC de destino. Consejo: si el dispositivo desde el que te conectas está en una red diferente, considera usar tu dirección IP pública o configurar una VPN para un acceso seguro. En algunas configuraciones, las credenciales pueden ser complicadas, especialmente si usas una cuenta Microsoft o una cuenta local con una contraseña que no se reconoce remotamente. Revisa tu contraseña y los permisos de la cuenta si se niega a conectarse.

Método 4: Reiniciar los servicios necesarios / solucionar problemas de red

Si nada más funciona, a veces reiniciar los Servicios de Escritorio Remoto puede ayudar. Abra Servicios (escriba services.msc en el cuadro de diálogo de ejecución), busque Servicios de Escritorio Remoto, haga clic con el botón derecho y seleccione Reiniciar. Esto puede solucionar servicios bloqueados o problemas de permisos inusuales. Además, en el servidor, compruebe que el perfil de red esté configurado como Privado (no Público) para que Windows no bloquee la conexión. Y, por supuesto, verifique que las reglas de su firewall estén activadas, como se mencionó anteriormente. Si sigue sin funcionar, intente hacer ping al nombre o la IP de su computadora desde el dispositivo desde el que se está conectando: abra el Símbolo del sistema y ejecute. Si obtiene respuestas, es accesible. Si no, es probable que la causa sean problemas de red.ping

Y para que lo sepas, Windows a veces tiene voluntad propia. En una configuración funcionó inmediatamente después de cambiar una configuración; en otra, necesitó un par de reinicios para que los cambios surtieran efecto. Así que no te sorprendas si necesitas reiniciar un par de veces o cambiar la configuración. Es un poco raro, pero así es Windows.

Resumen

  • Asegúrese de que el Escritorio remoto esté activado en Configuración.
  • Verifique que el nombre o la dirección IP de su PC sean correctos y accesibles.
  • Asegúrese de que su PC esté activa, conectada y no en modo de suspensión.
  • Actualice y verifique su aplicación de conexión remota y sus credenciales.
  • Reinicie los servicios de Escritorio remoto o solucione problemas de red/firewall.

Resumen

Escritorio remoto puede ser un salvavidas, pero conseguir que funcione correctamente no siempre es fácil. A veces se trata de una pequeña configuración, otras veces, las peculiaridades de la red o los permisos causan los problemas. Esperamos que estos consejos ayuden a solucionarlos. La clave: paciencia y un poco de ensayo y error.