Que esas aplicaciones se inicien automáticamente no solo es molesto, sino que puede ralentizar considerablemente el arranque y consumir muchos recursos del sistema. La aplicación Xbox es un problema habitual: suele estar configurada para iniciarse justo después de iniciar sesión, sobre todo si la acabas de instalar o actualizar. Solucionar esto no es complejo, pero es un poco raro porque Windows tiene varios lugares donde podría estar configurada para iniciarse automáticamente. A veces, basta con activar una configuración en la aplicación Xbox, pero otras veces hay que recurrir al Administrador de tareas o al menú Configuración. En algunas configuraciones, es realmente complicado porque las actualizaciones pueden restablecer las preferencias o hay accesos directos ocultos en las carpetas de inicio. Conocer varias maneras ayuda a evitar frustraciones y garantiza que esa molesta aplicación permanezca en silencio cuando se quiere acelerar el sistema.
Cómo evitar que la aplicación Xbox se inicie automáticamente en Windows 11
Método 1: Desactivar el inicio automático desde la configuración de la aplicación Xbox
Esta suele ser la forma más rápida si solo quieres ajustarlo rápidamente. Es útil porque la aplicación tiene una configuración diseñada específicamente para este propósito.
- Abre la aplicación Xbox: Encuéntrala en el menú Inicio o simplemente busca “Xbox” en la barra de búsqueda. A veces aparece en la lista, pero oculta tras una actualización compleja o algo similar.
- Accede a la configuración de la aplicación: Haz clic en el icono de tu perfil (esquina superior izquierda) y selecciona “Configuración” en el menú desplegable. Si no aparece la configuración o el interruptor está desactivado, quizás debas probar otros métodos.
- Desactivar el inicio automático: Busca “Iniciar Xbox al iniciar el ordenador” (suele estar en la sección “General” o “Juegos”) y desactívala. Esto evita que la aplicación se inicie cada vez que se inicia el ordenador.
- Opcional: Desactivar la opción “Minimizar a la bandeja del sistema”: Para evitar que la aplicación pase a un segundo plano, desactiva la opción “Al cerrar, minimizar a la bandeja del sistema”.Esto podría ayudar a ahorrar recursos si la aplicación se oculta o minimiza innecesariamente.
Método 2: Usar el Administrador de tareas para deshabilitar los elementos de inicio
Este método es más universal, especialmente si la aplicación Xbox no sincroniza su configuración o se reinicia constantemente. El Administrador de Tareas ofrece una plataforma central para administrar los programas de inicio.
- Abra el Administrador de tareas: Haga clic derecho en el botón Inicio y seleccione “Administrador de tareas” o pulse Ctrl + Shift + Esc. En algunos equipos, la ventana puede ser un poco pequeña, así que haga clic en “Más detalles” en la parte inferior si es necesario.
- Vaya a la pestaña Inicio: Busque y haga clic en la pestaña “Inicio”.Aquí es donde Windows muestra todas las aplicaciones configuradas para iniciarse al inicio; es como el panel de control de las aplicaciones de inicio automático.
- Desactivar Xbox: Desplázate hasta encontrar la aplicación Xbox (o elementos relacionados, como la Barra de juegos de Xbox).Haz clic derecho y selecciona “Desactivar”.A veces aparecen varias opciones; deshabilitar todos los componentes relacionados es recomendable si quieres un arranque optimizado.
Método 3: Usar la configuración de Windows para administrar las aplicaciones de inicio
Windows tiene una función incorporada para alternar el comportamiento de inicio por aplicación, lo que es útil si prefieres hacer clic en lugar de lidiar con el Administrador de tareas.
- Abrir configuración: presione Win + Ipara abrir Configuración, luego vaya a Aplicaciones > Inicio.
- Desactivar la aplicación Xbox: Busca la aplicación Xbox en la lista y desactívala .Windows ya no debería iniciarla automáticamente.
Método 4: Inspeccionar detenidamente los accesos directos de inicio (avanzado)
Esto es para quienes se sienten cómodos explorando carpetas de Windows o si la aplicación sigue iniciándose automáticamente a pesar de otras configuraciones. A veces, los accesos directos restantes son la causa.
- Abrir carpeta de inicio: Pulsa Win + R, escribe
shell:startup
y pulsa Intro. Esto abre la carpeta de inicio del usuario actual. - Eliminar accesos directos de Xbox: elimina cualquier acceso directo relacionado con Xbox o la barra de juegos que encuentres aquí.
- Verifique la carpeta de inicio común: haga lo mismo con
shell:common startup
los accesos directos de todo el sistema (es posible que se necesiten derechos de administrador).
Método 5: Para empresas o usuarios avanzados: Editor de políticas de grupo
Esto es algo excesivo para la mayoría de los usuarios domésticos, pero puede ser útil si se administran varios dispositivos o se busca profundizar en el tema. Solo está disponible si se tiene Windows Pro o Enterprise.
- Abrir la política de grupo: presione Win + R, escriba
gpedit.msc
y presione Entrar. - Navegar a:
Computer Configuration > Windows Settings > Security Settings > Application Control Policies > AppLocker > Packaged app Rules
. Sí, es un nombre largo. - Crear una regla: Crea una nueva regla para bloquear el
Microsoft. XboxApp
paquete. Esto suele implicar hacer clic derecho y seleccionar “Crear nueva regla”; a continuación, configurar la acción “Bloquear” para el paquete específico.
Resumen
- Detener el inicio automático desde la propia aplicación Xbox.
- Utilice el Administrador de tareas para deshabilitar los elementos de inicio.
- Ajuste la configuración en Configuración de Windows > Aplicaciones > Inicio.
- Verifique y limpie los accesos directos de la carpeta de inicio para detectar entradas restantes.
- Para configuraciones empresariales, modifique la Política de grupo para controlar el comportamiento de la aplicación.
Resumen
Deshacerse de las aplicaciones que se inician con dificultad al inicio puede mejorar considerablemente los tiempos de arranque y la capacidad de respuesta general de Windows 11. Quizás solo sea la aplicación Xbox la que aparece constantemente, o quizás otros procesos en segundo plano estén siendo escurridizos. Los métodos mencionados cubren la mayoría de los escenarios, desde soluciones rapidísimas hasta configuraciones más avanzadas para entornos empresariales. A veces, basta con reiniciar después de estos ajustes para que los cambios se mantengan, pero otras veces, puede ser necesario reiniciar por completo o incluso cerrar sesión rápidamente. Porque a Windows le encanta complicar las cosas lo suficiente como para mantenerte en vilo: un clásico. Aun así, con un poco de paciencia, esas aplicaciones pueden permanecer en silencio cuando no se necesitan.
Conclusión
Desactivar el inicio automático de la aplicación Xbox no siempre es sencillo, sobre todo con actualizaciones que a veces restablecen las opciones. Probar diferentes métodos ayuda a encontrar el que mejor se adapte a una configuración específica. En los equipos de los usuarios, suele ser suficiente con activarlo desde la propia aplicación o el Administrador de tareas. Las configuraciones más complejas pueden requerir ajustes en Windows o incluso modificaciones del registro. Cruzamos los dedos para que esto ayude a acelerar el proceso de arranque y libere recursos del sistema. Es algo que funcionó en varias configuraciones; espero que también funcione en la tuya.