Cómo ajustar el tamaño de los iconos del escritorio en Windows 10 para una mejor visibilidad

¿Reducir el tamaño de los iconos del escritorio en Windows 10? Ah, el ajuste clásico que no deberías pasar por alto. A veces, los tamaños predeterminados de los iconos se ven demasiado grandes o estrechos, sobre todo si tienes una pantalla de alta resolución o simplemente prefieres una apariencia más limpia. Reducir el tamaño de esos iconos no es difícil, pero Windows no lo dice todo: hay que conocer los trucos. Un buen cambio de tamaño puede liberar espacio, hacer que tu espacio de trabajo se vea más ordenado y, a veces, simplemente ayudarte a concentrarte mejor. Aquí tienes una guía paso a paso, además de algunos consejos adicionales, por si quieres ajustarlo más o te encuentras con alguna peculiaridad extraña con la configuración.

Cómo reducir el tamaño de los iconos del escritorio en Windows 10

Pruebe el menú “Ver” del botón derecho

Empieza haciendo clic derecho en un espacio vacío del escritorio; ese menú es el que te permite cambiar la apariencia. Normalmente, desde aquí, pasas el cursor o haces clic en “Ver” en el menú contextual. Aparecerán opciones como “Iconos grandes”, “Iconos medianos” e “Iconos pequeños”. Al seleccionar “Iconos pequeños”, todo se reduce al instante, lo que puede hacer que tu escritorio parezca más abierto y ordenado, al menos visualmente. En algunas configuraciones, este cambio se produce inmediatamente, pero en otras, puede que necesites actualizar rápidamente o incluso reiniciar el Explorador si los iconos no se ven bien después. Es un poco extraño, pero si tus iconos no se redimensionan, reiniciar el Explorador de Windows desde el Administrador de tareas puede ser útil:

Right-click taskbar > Task Manager > find "Windows Explorer" > right-click > Restart

Utilice atajos de teclado para cambiar el tamaño rápidamente

Otra opción para probar, sobre todo si hacer clic derecho te resulta complicado o buscas una forma más rápida: mantén pulsada Ctrlla rueda del ratón y gira el ratón. Este práctico atajo ajusta directamente el tamaño de los iconos en el escritorio (y en algunas carpetas).Es un poco raro porque parece demasiado simple, pero funciona bien una vez que te acostumbras. En algunos equipos, puede que al principio no responda bien, o quizás tengas que asegurarte de que el controlador del ratón esté actualizado. Simplemente mueve la rueda hasta que todo se vea bien, y listo: iconos más pequeños sin tener que rebuscar en los menús.

Ajuste la escala de la pantalla para tener más control

Si ajustar el tamaño mediante el menú y los accesos directos no es suficiente o no te resulta uniforme, revisar el escalado de la pantalla podría ser la solución. Para ello, ve a Ajustes > Sistema > Pantalla y revisa la sección Escala y diseño. Reducirlo un poco (por ejemplo, del 125 % al 100 %) puede hacer que los iconos del escritorio se vean más pequeños, sobre todo en un monitor grande. Ten en cuenta que cambiar el escalado también puede afectar el tamaño de las aplicaciones, así que es cuestión de encontrar el equilibrio. Experimenta un poco y descubre qué te resulta más natural.

Ajustes avanzados con el Registro o herramientas de terceros

Para los fanáticos de la personalización total, existen trucos para el registro o aplicaciones de terceros que permiten ajustar aún más el tamaño de los iconos. Claro que Windows tiene que complicar las cosas más de lo necesario, pero si te sientes cómodo editando el registro o descargando herramientas como Winhance, puedes tener un control perfecto. Sinceramente, para la mayoría, las opciones integradas son suficientes, pero si buscas un tamaño superpreciso o iconos que se ajusten a resoluciones especiales, esta es la solución. Simplemente haz una copia de seguridad del registro antes, ya que los errores pueden complicar las cosas.

En algunas configuraciones, al intentar cambiar el tamaño de los iconos, es posible que el cambio no se aplique inmediatamente o que Windows parezca terco. Reiniciar el Explorador suele ser útil: haz clic derecho en la barra de tareas, selecciona Administrador de tareas, localiza el Explorador de Windows y pulsa Reiniciar. A veces, un reinicio rápido también ayuda, sobre todo si los iconos parecen congelados o no se actualizan después de cambiar la configuración.

Básicamente, ajustar los iconos del escritorio suele ser rápido una vez que se dominan estos métodos. Es sorprendente lo mucho mejor que se ve un escritorio más limpio y proporcionado, especialmente si te molesta el desorden o intentas aprovechar al máximo la pantalla. A veces, simplemente experimentar con estas opciones marca una gran diferencia.