Cambiar Windows 11 a la vista clásica puede parecer complicado al principio, pero sinceramente, no es tan complicado una vez que le coges el truco. A veces, la nueva interfaz de usuario se siente un poco futurista o simplemente no te convence, sobre todo si estás acostumbrado al estilo antiguo de Windows. Por suerte, algunos ajustes pueden ayudarte a que todo te resulte más familiar; y sí, eso incluye modificar la configuración, cambiar la alineación de la barra de tareas, aplicar un tema clásico y ajustar algunas fuentes y tamaños de iconos. No sé por qué funciona, pero en algunas configuraciones, estos cambios parecen hacer que Windows se parezca un poco más a su versión anterior. Es un poco raro, pero funciona.
Cómo cambiar la vista clásica de Windows 11
Acceder al menú de Configuración
Primero, haz clic derecho en el botón Inicio o presiona Win + Xy selecciona Configuración. También puedes simplemente hacer clic en el ícono de Inicio y luego en el ícono del engranaje. Aquí es donde empieza la magia, aunque no sea evidente a primera vista. En algunos equipos, abrir Configuración puede ser lento o complicado, pero ten paciencia. Una vez dentro, encontrarás muchísimas opciones para ajustar.
Navegar a Personalización
En Configuración, haz clic en Personalización en la barra lateral izquierda. Aquí puedes controlar tus temas, el diseño de la barra de tareas, las fuentes, los iconos…lo que necesites. Si buscas un aspecto clásico, aquí es donde se realiza gran parte de la personalización inicial. A veces está un poco escondida, así que revisa si no ves opciones inmediatas. Si ves la opción, haz clic en Temas para elegir un tema básico o clásico. Si no, puede que tengas que ir más allá o usar algún truco del registro o aplicaciones de terceros (hablaremos de ello más adelante).
Cambiar la alineación de la barra de tareas
Desplázate hacia abajo o haz clic en Barra de tareas en Personalización, luego busca Alineación de la barra de tareas. Cámbiala de Centrada a Izquierda. Este pequeño ajuste puede hacer que tu Windows se vea más clásico, ya que, en versiones anteriores, la barra de tareas estaba alineada a la izquierda por defecto. Este paso es rapidísimo y, sinceramente, al menos recupera un poco de esa familiaridad.
Elija un tema clásico
En Temas, selecciona un tema sencillo o familiar: Windows 7 o temas clásicos, si están disponibles. Algunos usuarios descargan temas personalizados de sitios web de terceros si Windows no ofrece lo que buscan. Esto controla la paleta de colores general y los estilos de los iconos. En algunas configuraciones, es posible que tengas que activar manualmente la opción “Mostrar iconos del escritorio” o ajustar el espaciado de los iconos si se ven demasiado modernos o frescos.
Ajustar el espaciado de los iconos y las fuentes
Esta parte es un poco de prueba y error. Ve a Configuración > Personalización > Fuentes para ajustar el tamaño y el estilo de la fuente. Si quieres ser aún más específico, quizás tengas que recurrir a trucos del registro (como ajustar el espaciado entre iconos o cambiar el DPI de la fuente).Pero, sinceramente, con solo agrandar las fuentes y cambiar el tamaño de los iconos en la vista de escritorio es suficiente para mantener la esencia del antiguo Windows. A veces, el aspecto “clásico” también implica cambiar los iconos; existen paquetes de iconos en línea que imitan los estilos de Windows XP o 7, que se pueden aplicar con herramientas como Start10 o Winhance.
Una vez implementados estos ajustes, tu Windows 11 debería empezar a parecerse al Windows de antaño: barra de tareas alineada a la izquierda, iconos con un estilo antiguo y quizás algunos retoques de color. Es un poco laborioso, pero sinceramente, en algunas configuraciones, simplemente cambiar la alineación de la barra de tareas y aplicar un tema hace que todo se sienta al instante más cómodo y nostálgico.
Consejos para un estilo clásico
- Considere herramientas de terceros para paquetes de íconos personalizados o ajustes del menú Inicio: herramientas como Winhance o Start10 pueden brindar un estilo clásico más auténtico.
- Prueba distintos temas y fondos de pantalla; a veces, un simple fondo de pantalla vintage ayuda a crear el ambiente.
- Asegúrate de hacer una copia de seguridad de tu tema actual y de la configuración de los íconos, para que puedas revertirlos si es necesario.
- Explora también las opciones de accesibilidad; es posible que encuentres tamaños de fuente y configuraciones de contraste que potencien el estilo de la vieja escuela.
- No olvides mantener tu Windows actualizado: a veces, los temas o ajustes más antiguos dejan de funcionar con las nuevas actualizaciones.
Preguntas frecuentes
¿Cómo puedo volver a la apariencia predeterminada de Windows 11?
Vuelve a Configuración, luego a Personalización, elige un tema predeterminado de Windows (como el tema “Windows”) y centra la barra de tareas si lo deseas. También, deshaz cualquier paquete de iconos o personalización que hayas instalado.
¿Puedo utilizar aplicaciones de terceros para una mayor personalización?
Totalmente. Herramientas como Winhance o Start10 recuperan el antiguo menú de inicio, los iconos clásicos y ajustan los bordes y las fuentes mucho más allá de lo que Windows permite de forma nativa.
¿Jugar con estas configuraciones hará que mi PC funcione más lento?
En realidad no. Principalmente ajustes visuales, así que se trata más de la apariencia. Solo si empiezas a instalar aplicaciones pesadas de terceros podría haber algún impacto, pero normalmente no es nada notable.
¿Cómo cambio el tamaño de los iconos en el escritorio?
Haz clic derecho en el escritorio, selecciona Ver y luego elige Iconos pequeños, medianos o grandes. Para un control más preciso, puedes mantener presionada la rueda del ratón y desplazarte hacia arriba o hacia abajo.Ctrl
Resumen
- Abra Configuración.
- Vaya a Personalización.
- Ajustar la alineación de la barra de tareas a la izquierda.
- Seleccione un tema sencillo o clásico.
- Juega con el tamaño de las fuentes y el espaciado de los íconos para lograr esa sensación de la vieja escuela.
Resumen
Convertir Windows 11 en un sistema con un aspecto más clásico no es tarea fácil, pero una vez que dominas esos ajustes clave, es bastante satisfactorio. Se trata de recrear esa sensación de familiaridad, sobre todo si el diseño moderno no te convence. Ya sea que te limites a cambiar la alineación de la barra de tareas o te dediques a herramientas de terceros, se trata de que tu espacio de trabajo se sienta más como en casa. Ojalá esto ayude a alguien a ahorrar tiempo o simplemente a devolverle un toque de nostalgia a su uso diario.