Cómo cambiar de Windows 11 a Windows 10: un proceso completo paso a paso

Volver de Windows 11 a Windows 10 no es una solución fácil, sobre todo si se trata de una instalación limpia. Normalmente, implica crear un medio de arranque de Windows 10, borrar el sistema operativo actual y reinstalarlo. Esto puede ser un poco estresante, sobre todo si no estás acostumbrado a manipular la BIOS o las particiones de disco, pero suele ser la única manera de volver a la normalidad si la opción de reversión no está disponible o no funciona. Tener una copia de seguridad es fundamental, ya que este proceso suele borrar la unidad del sistema actual, así que no te saltes este paso. Además, asegúrate de tener a mano la clave de producto o la licencia digital de Windows 10, por si necesitas activarla después. Después de todo esto, seguir estos pasos te permitirá volver a la normalidad: Windows 10 con todos los archivos necesarios restaurados, ojalá sin demasiados problemas.

Guía paso a paso para cambiar de Windows 11 a Windows 10

Aquí tienes una forma un poco rudimentaria, pero que me funcionó, de retroceder. Claro que cada máquina es un poco diferente, así que no te sorprendas si necesitas ajustar algunos detalles; Windows tiene la costumbre de complicar estas transiciones más de lo necesario.

Descargar medios de instalación de Windows 10

Primero, descarga la herramienta oficial de creación de medios de Windows 10. Es bastante sencilla. Ejecútala en otra PC que funcione y elige crear una unidad USB o DVD de arranque. Recomiendo usar una memoria USB con al menos 8 GB libres, ya que los archivos de instalación tienen un tamaño considerable. Simplemente elige los archivos correctos y sigue las instrucciones; nada demasiado complejo, pero no te apresures. Espera un poco mientras se descarga y configura el medio.

Prepare su PC y la configuración del BIOS

A continuación, necesitas que tu PC arranque desde esa memoria USB. Reinicia e ingresa la configuración de BIOS/UEFI, generalmente presionando F2, F12, Supr o Esc durante el arranque. Una vez allí, cambia el orden de arranque para priorizar la unidad USB. Esto es un poco complicado en algunos equipos, y sí, Windows tiene que complicarlo más de lo necesario. Además, desactiva el Arranque Seguro si está activado, ya que a veces interfiere con el arranque desde medios sin firmar. Guarda los cambios y deja que la PC se reinicie con el instalador de arranque.

Inicie el instalador de Windows 10 y comience el proceso de instalación.

Cuando se cargue el instalador, verás aparecer las opciones de idioma y teclado. Después, selecciona “Instalar ahora”.Si quieres conservar ciertos archivos, ten en cuenta que una instalación limpia borrará todo el contenido de esa partición. Por lo tanto, selecciona la partición donde está instalado Windows 11 (normalmente C:) y formatéala o elimínala primero (si estás seguro).Luego, continúa con la instalación. Es prácticamente como configurar un PC nuevo: sigue las instrucciones, elige la instalación personalizada y prepárate para reiniciar un par de veces.

Después de la instalación: active y actualice los controladores

Una vez instalado Windows 10, realice la configuración inicial: inicie sesión en su cuenta de Microsoft, configure las preferencias, etc. Recuerde que podría necesitar ingresar su clave de producto o activar Windows si no se activa automáticamente. Verifique el estado del controlador de su dispositivo: Windows suele instalar los controladores básicos automáticamente, pero le recomendamos visitar el sitio web del fabricante de su PC o usar Windows Update para obtener los controladores de gráficos, chipset o red más recientes. A veces, si el hardware se comporta de forma extraña, es un problema de controladores que debe solucionarse.

En algunas configuraciones, puede que notes que actualizar todos los controladores es un poco complicado, especialmente con hardware nuevo. Sin embargo, una instalación limpia suele corregir errores inusuales que pudieras haber tenido con Windows 11 o las versiones preliminares de Insider. Ten en cuenta que, en algunos equipos, el primer intento puede presentar problemas comunes, como que no se reconozcan las unidades o errores de red. Normalmente, reiniciar o actualizar manualmente los controladores lo soluciona.

Restaura tus archivos y configuraciones desde la copia de seguridad

Finalmente, una vez configurado todo, restaura tus archivos desde la copia de seguridad. Recuerda que este proceso te devuelve al entorno habitual de Windows 10, con tus programas y archivos seguros, siempre que hayas hecho una copia de seguridad de todo. Los archivos antiguos de Windows 11 se han perdido para siempre, así que revisa bien la copia de seguridad antes de empezar. El proceso completo puede tardar un par de horas, dependiendo de tu hardware y de la cantidad de archivos que quieras restaurar, pero al final, volverás a Windows 10, con suerte con todos tus datos intactos y un sistema funcionando mejor que con el desastre de la actualización.

Claro que, si algo sale mal, como que tu PC no arranque o la activación falle, hay que tomar medidas adicionales. Pero, por lo general, este método funciona. Solo ten mucha paciencia y quizás un café a mano.