Capturar un fragmento en Windows es sorprendentemente fácil una vez que le coges el truco, pero sinceramente, es de esas cosas que, si no lo haces a menudo, al principio resulta un poco torpe. Además, Windows tiene varias maneras de hacerlo, y a veces no parecen funcionar bien. Normalmente, la malla entre Recortes, Recortes y Bocetos, o incluso la nueva aplicación Recortes (la que está más integrada con Windows 10/11), puede ser un engorro si no conoces los trucos. Pero bueno, una vez que está bien configurada o conoces los atajos, capturar partes de la pantalla, ya sea para trabajar o simplemente para guardar un meme, se vuelve bastante intuitivo.¿Lo mejor? Está todo integrado. No necesitas descargas adicionales, a menos que seas un poco raro y quieras la última versión de la Microsoft Store. Esta guía explica las principales maneras en que he logrado capturar fragmentos geniales, además de un par de atajos útiles que agilizan el proceso. Encontrarás maneras más rápidas de hacerlo, con algunos consejos sobre qué suele confundir a la gente. Porque, sinceramente, Windows tiene que complicarlo más de lo necesario, ¿verdad? En fin, una vez que domines estas funciones, te sorprenderá la frecuencia con la que las usarás. Y si no, al menos tendrás algunas herramientas más a mano la próxima vez que necesites acceder a la pantalla rápidamente.
Cómo tomar un fragmento en Windows
Método 1: Usar Windows + Shift + S (el atajo para Recortar y dibujar)
Esta es probablemente la forma más común en estos días. Cuando presionas Windows Key + Shift + S, atenúa instantáneamente tu pantalla y te da una mini barra de herramientas en la parte superior con diferentes opciones de recorte. Por qué ayuda: es súper rápido, no requiere abrir ninguna aplicación y puedes elegir entre recortes rectangulares, de forma libre, de ventana o de pantalla completa. Es genial cuando necesitas una captura rápida sin complicaciones. Simplemente haz clic en el tipo de recorte que quieres, arrastra o selecciona tu área, luego la imagen va a tu portapapeles, lista para ser pegada en lo que sea que estés trabajando. Si tienes suerte, Windows automáticamente muestra una pequeña notificación, permitiéndote editarla o guardarla de inmediato. En algunas configuraciones, esto falla la primera vez o tarda un segundo en ponerse al día, así que no te rindas si es lento al principio. Ahora, para que esto funcione, asegúrate de que tu Windows esté actualizado y de que la herramienta Recortes y bocetos esté instalada y habilitada (generalmente lo está por defecto).Si no, puedes encontrarlo en Microsoft Store, en Recortes y Bocetos, e instalarlo o actualizarlo allí. En Windows 11, está más integrado, así que no deberías tener que hacer mucho. El recorte aparecerá en el portapapeles o como una notificación. Puedes guardarlo directamente desde allí o pulsar el botón de copiar para pegarlo en un editor de imágenes o documento. Además, ten en cuenta que este atajo es la forma más rápida si no quieres explorar los menús. En algunas configuraciones, este atajo puede estar deshabilitado o fallar; si eso sucede, prueba los métodos alternativos a continuación.
Método 2: Abrir la herramienta Recortes o Recortar y dibujar manualmente
Esta es más sencilla, pero un poco más lenta si tienes prisa. Dependiendo de tu versión de Windows, tienes dos aplicaciones principales.
- Busca Recortes en el menú Inicio. Es la aplicación más antigua, pero aún funcional, ideal para recortes básicos. Para abrirla, haz clic en el botón Inicio, escribe “Recortes” y pulsa Intro.
- Para la nueva experiencia, busca Recortes y Bocetos. El mismo proceso: Menú Inicio, escribir, abrir.
Por qué es útil: Verás una ventana con opciones de recorte, y es un poco más flexible que el acceso directo, especialmente si necesitas hacer recortes diferidos o editar pequeños detalles posteriormente. Una vez abierto, haz clic en Nuevo y selecciona el tipo de recorte. Obtendrás herramientas de edición de inmediato. En algunos equipos, esto es más rápido y fiable que intentar usar el acceso directo si es problemático.
Método 3: Uso de la tecla Imprimir pantalla y el software
Para quienes desean más control o simplemente no les gustan las herramientas integradas, usar Impr Pant o Alt + Impr Pant funciona, pero es un método un poco anticuado y menos flexible. Terminarás pegando en Paint o Photoshop y luego recortando. Si lo haces a menudo, podría ser útil considerar una aplicación dedicada a recortes (como ShareX o Greenshot): ofrecen atajos más rápidos, guardan automáticamente o suben directamente a la nube.
Consejos adicionales:
- Para acceder al instante, fija la herramienta Recortes o Recortar y dibujar a la barra de tareas. Haz clic derecho y selecciona ” Fijar a la barra de tareas”.
- Si desea un recorte de pantalla completa, también puede presionar F5cuando esté en la herramienta Recortes (si está disponible), o simplemente seleccionar la opción de pantalla completa en su aplicación de recortes.
- Consejo de automatización: para necesidades de recortes recurrentes, configurar atajos de teclado a través de la configuración del sistema o aplicaciones de terceros puede ahorrar mucho tiempo.
Resumen
- Úselo Windows Key + Shift + Spara cortes rápidos con un mínimo esfuerzo.
- Abra la herramienta Recortes o Recortar y dibujar a través del menú Inicio para obtener más opciones.
- Utilice PrtSc para realizar capturas básicas y luego recorte/edite en su editor favorito.
- Mantenga los accesos directos a mano o fije aplicaciones a la barra de tareas para un acceso más rápido.
Resumen
Sinceramente, capturar fragmentos en Windows no es complicado una vez que descubres las maneras correctas. El atajo cubre la mayoría de las necesidades rápidas, y si las cosas se complican, las aplicaciones dedicadas te dan más control. Es posible que tengas que probar y equivocarte (Windows no siempre lo hace perfecto a la primera), pero con estos métodos, capturar, guardar y compartir fragmentos debería ser algo natural enseguida. Solo recuerda revisar bien el área de captura si algo no está del todo bien. Ojalá esto ayude a alguien a ahorrar unos minutos en su ajetreado día; es una habilidad útil que, una vez dominada, te resultará más útil de lo que esperabas.