Cómo configurar el arranque dual con Windows 10 y Linux: una guía completa

El arranque dual de Windows 10 y Linux es una forma muy práctica de aprovechar al máximo ambos sistemas operativos en una sola máquina. La idea es simple: particiona tu disco duro para que ambos sistemas operativos funcionen correctamente y luego selecciona cuál arrancar al iniciar. Parece bastante sencillo, pero en la práctica puede ser un poco engorroso, especialmente si no estás familiarizado con la administración de discos o la configuración de arranque. Esta guía te ayudará a aclarar algunas dudas y, con suerte, a evitar frustraciones. Una vez configurado, tendrás una configuración versátil que te permitirá usar Windows para juegos o aplicaciones de trabajo, y cambiar a Linux para desarrollo, experimentación o simplemente probar algo nuevo sin necesidad de una segunda máquina.

Cómo realizar arranque dual en Windows 10 y Linux

Haga una copia de seguridad de sus datos antes de manipular las particiones

Sí, este paso no se puede omitir. Reducir particiones o modificar la configuración de arranque a veces da problemas, así que hacer copias de seguridad es de sentido común. Usa un disco duro externo, almacenamiento en la nube, lo que te funcione. He visto a gente perder archivos importantes solo por omitir este paso; no seas esa persona. Más vale prevenir que curar, porque, por supuesto, Windows tiene que complicarlo más de lo debido, y las cosas no siempre salen según lo planeado. Es posible que haya algunos contratiempos o retrasos extraños, sobre todo con hardware antiguo.

Crea espacio para Linux en tu disco duro

Aquí es donde entra en juego la herramienta Administración de discos de Windows. Para acceder a ella, haz clic derecho en el menú Inicio y selecciona Administración de discos. Busca tu partición principal (normalmente C:), haz clic derecho y elige Reducir volumen. A continuación, especifica la cantidad de espacio que quieres liberar para Linux: 20 GB como mínimo, pero más podría ser mejor si planeas instalar muchas aplicaciones. Después de reducir, verás un espacio sin asignar. Ese es tu nuevo lienzo en blanco. Es un poco raro cómo Windows te permite hacer esto, pero ten cuidado con la partición reservada del sistema: déjala en paz o las cosas se complicarán. En algunas configuraciones, el cambio de tamaño puede tardar unos minutos o, a veces, es necesario reiniciar en modo seguro. No estoy seguro de por qué a veces falla la primera vez y luego funciona después de reiniciar, pero sucede.

Descargue la distribución de Linux de su elección

Elige algo que se adapte a tu nivel de comodidad. Ubuntu suele ser la opción más segura para principiantes: fácil de instalar y con muchos tutoriales. Fedora o Mint también son buenas opciones. Visita sus sitios web oficiales y descarga el archivo ISO. Por ejemplo, para Ubuntu, visita ubuntu.com/download. Asegúrate de descargar la última versión estable. Una vez descargada, la encontrarás en la carpeta de Descargas.

Crear una unidad USB de arranque

Este paso es un poco molesto, pero necesario. Descarga Rufus desde rufus.ie. Conecta una memoria USB (de al menos 4 GB, preferiblemente de 8 GB o más), ejecuta Rufus y selecciona el dispositivo USB. En “Selección de arranque”, selecciona la ISO de Linux descargada. Mantén la configuración predeterminada a menos que quieras modificar algo. Pulsa ” Iniciar”. Rufus borrará tu USB y lo habilitará como arrancable. Una vez hecho esto, extráelo con cuidado. A veces, en ciertas máquinas, la creación de la unidad de arranque falla la primera vez; inténtalo de nuevo; a veces, el problema es la calidad del USB o un problema con la descarga de la ISO.

Instalar Linux desde la unidad USB

Conecta el USB a tu ordenador, reinicia y accede a la configuración del BIOS/UEFI (normalmente pulsando Del, F12o Escdurante el arranque).Cambia el orden de arranque para priorizar los dispositivos USB. Guarda los cambios y reinicia. El ordenador debería arrancar con el instalador de Linux. Sigue las instrucciones en pantalla; no te apresures. Cuando se te pregunte por el tipo de instalación, selecciona “Instalar junto con Windows 10”.Si no aparece esa opción, puede que tengas que particionar manualmente; es complicado, pero factible. El instalador debería configurar un gestor de arranque (normalmente GRUB) que te permita elegir entre Windows y Linux al arrancar. En algunas configuraciones, después de la instalación, tendrás que desactivar el arranque seguro en el BIOS para que Linux arranque correctamente. Reinicia una vez más y deberías ver el menú de arranque dual; si no, comprueba la configuración del BIOS o la partición EFI.

Consejos adicionales: Haz que funcione sin problemas

Comprueba la compatibilidad de tu hardware con Linux con antelación. Las tarjetas gráficas y Wi-Fi de Nvidia pueden ser muy exigentes, así que consulta foros en línea si tu Wi-Fi o GPU no funcionan. Mantén Windows y Linux actualizados, especialmente la BIOS y los controladores, ya que de lo contrario la compatibilidad puede ser un problema. Además, considera instalar una herramienta como Winhance si quieres ajustar el gestor de arranque de Windows o solucionar problemas de arranque más adelante. Y sí, a veces, en algunos equipos, el menú de arranque dual no aparece de inmediato; simplemente vuelve a comprobar la configuración EFI o ejecuta el comando `bcdedit` en Windows para corregir las entradas de arranque.

Preguntas frecuentes

¿Qué hace exactamente el arranque dual?

Te permite elegir entre Windows 10 y Linux durante el inicio. De esta forma, obtienes todas las aplicaciones de Windows, pero también las herramientas y entornos de Linux, como si tuvieras dos computadoras en una.

¿Ejecutar dos sistemas operativos hace que mi sistema sea más lento?

En realidad no, porque cada sistema operativo funciona de forma independiente. El impacto en el rendimiento se produce principalmente durante el arranque o al cambiar entre ellos. Una vez dentro, todo funciona con normalidad.

Eliminar Linux más tarde: ¿es complicado?

Definitivamente es posible, pero implica eliminar particiones de Linux y reparar el gestor de arranque. Normalmente, se puede restaurar el gestor de arranque de Windows con un disco de recuperación de Windows o comandos como `bootrec /fixmbr`.Es un poco complicado, pero se puede manejar si se siguen las guías.

¿Qué pasa con la pérdida de datos?

Existe un riesgo si manipula particiones sin hacer una copia de seguridad, así que respalde su información. Nunca siga ciegamente los comandos de partición ni las opciones del instalador sin leer cada paso con atención.

¿Cuál es la mejor distribución de Linux para principiantes?

Ubuntu suele ser el más sencillo, con una gran comunidad y muchos tutoriales. Mint también es fácil de usar, sobre todo si usas Windows.

Resumen

  • Primero haz una copia de seguridad de tus cosas importantes
  • Utilice la Administración de discos de Windows para reducir el tamaño de su partición principal
  • Descargue una ISO de Linux desde su sitio web oficial
  • Crea un USB de arranque con Rufus
  • Arranque desde USB e instale Linux, eligiendo la opción “junto con Windows”

Resumen

El arranque dual de Windows 10 y Linux no es precisamente plug and play, pero una vez configurado, es bastante práctico. Te dará la flexibilidad de probar Linux sin abandonar Windows por completo, lo cual es muy útil para todo tipo de flujos de trabajo o simplemente para solucionar problemas. Recuerda: una copia de seguridad, paciencia y un poco de búsqueda en Google son de gran ayuda. Con suerte, esto le ahorrará algunas horas a alguien que intente resolverlo todo.¡Mucha suerte!