Cómo configurar y utilizar eficazmente la VPN integrada de Windows

Usar la función VPN integrada de Windows puede parecer sencillo, pero a veces puede ser un poco complicado o confuso, sobre todo si no estás familiarizado con la configuración de red. Es una forma cómoda de acceder a los servidores de tu proveedor de VPN sin instalar software adicional y te ayuda a navegar con mayor seguridad. Sin embargo, el proceso no siempre es perfecto, sobre todo si la información de tu VPN no se introduce correctamente o si Windows falla. Esta guía está pensada para ayudarte a solucionar problemas y guiarte por la configuración típica, ya que a veces basta con volver a comprobar la configuración para solucionar los problemas de conexión o, al menos, orientarte.

Cómo solucionar problemas de conexión VPN integrada en Windows

Método 1: Verifique y vuelva a ingresar los detalles de su VPN

Este es probablemente el problema más común: dirección de servidor, nombre de usuario o contraseña incorrectos. Es muy fácil escribir algo mal, sobre todo si tu proveedor de VPN tiene instrucciones complejas. Por lo tanto, vuelve a Configuración > Red e Internet > VPN, haz clic en tu perfil de VPN y pulsa Editar. Asegúrate de que todo coincida exactamente con lo que te proporcionó tu proveedor de VPN, incluido el tipo de VPN (como PPTP, L2TP/IPsec o SSTP) y la dirección del servidor. No sé por qué, pero a veces Windows olvida estos datos o se modifican sin querer. Después de confirmar o corregir los datos, guarda la configuración e intenta conectarte de nuevo.

Esto ayuda, ya que la información incorrecta obviamente bloquea la conexión. Después, el inicio de sesión será más fluido o, al menos, habrá menos errores.

Consejo: En algunas máquinas, el primer intento puede fallar, pero volver a intentarlo después de un reinicio rápido o alternar la red puede solucionar el problema.

Método 2: Verifique su protocolo VPN y la configuración de cifrado

Windows usa ciertos protocolos VPN de forma predeterminada, pero si tu proveedor de VPN recomienda uno diferente, podría causar fallos de conexión. Para L2TP/IPsec, debes asegurarte de dos cosas: que la clave precompartida y la configuración de seguridad correspondiente estén configuradas correctamente. Para ello, ve a la configuración de tu perfil de VPN, haz clic en Editar y selecciona el tipo de VPN correcto. Si usas L2TP/IPsec, comprueba que la casilla “Usar clave precompartida para autenticación” esté marcada y que la clave coincida con la especificada por tu proveedor.

Esta modificación suele pasarse por alto, pero los protocolos o la configuración de seguridad incompatibles son causas comunes de problemas de conexión. Tras realizar ajustes, verá una mejor estabilidad de la conexión o, al menos, menos mensajes de error.

Nota: Algunos proveedores tienen guías de configuración personalizadas o requieren puertos específicos; consultar sus páginas de ayuda puede ahorrarle muchas conjeturas.

Método 3: Restablecer y reconfigurar su perfil VPN

A veces, un perfil de VPN dañado causa problemas; es un poco raro, pero sucede. Eliminar el perfil existente y crear uno nuevo puede solucionar el problema. Para ello, ve a Ajustes > Red e Internet > VPN, haz clic en tu perfil y selecciona Eliminar. Una vez eliminado, añádelo de nuevo con los datos correctos. Parece sencillo, pero, sobre todo si has estado haciendo muchos ajustes o cambiando contraseñas, ayuda a solucionar el problema.

Si el perfil anterior fallaba, se producirá un nuevo intento de conexión, a menudo con más éxito que los anteriores. Suele ser una solución rápida que funciona con problemas de conexión esporádicos.

Método 4: Asegúrese de que el firewall de Windows o la seguridad de terceros no estén bloqueando el tráfico VPN

Este problema puede ser realmente problemático. El Firewall de Windows Defender o un antivirus de terceros podrían estar bloqueando las conexiones VPN, creyendo que son maliciosas. Revisa la configuración de tu firewall en Panel de control > Sistema y seguridad > Firewall de Windows Defender > Permitir una aplicación o función a través del Firewall de Windows Defender. Asegúrate de que tu aplicación VPN (si tienes una) o el adaptador de red no estén bloqueados.

Para permitir manualmente el tráfico VPN, es posible que necesite crear una regla de entrada para su protocolo o puerto VPN. Normalmente, las VPN usan puertos específicos, como el puerto UDP 500 para IKE o el TCP 443, según el protocolo. Si no está seguro, el soporte técnico o la documentación de ayuda de su proveedor de VPN son la mejor fuente de información sobre los puertos.

Esto es útil porque si Windows bloquea parte del tráfico de tu VPN, podrías encontrarte con problemas al intentar conectarte. Normalmente, el funcionamiento será más fluido después de ajustar las reglas del firewall.

Y si nada de esto funciona, a veces la propia red es el problema, como las restricciones de Wi-Fi en un punto de acceso o un firewall que bloquea el tráfico VPN en el router. Cambiar de red o reiniciar el router a veces puede solucionar estos problemas.

Todos estos pasos de solución de problemas se deben básicamente a la confusa gestión de las configuraciones de VPN por parte de Windows, o a veces a peculiaridades de la red. Recuerda que ninguna solución está garantizada; a veces es cuestión de prueba y error. Pero al menos ahora tienes una lista de tareas pendientes que revisar antes de rendirte o tirarte de los pelos.