Revisar la temperatura de la CPU en Windows 11 es fundamental para evitar que el sistema se convierta en un horno o, peor aún, que se quemen los componentes prematuramente. A veces no queda del todo claro con solo mirar el Administrador de Tareas: sí, muestra el uso de la CPU, pero no la temperatura real. Por eso, probablemente quieras investigar un poco más con herramientas más precisas o revisar la BIOS. En algunas configuraciones, las opciones integradas funcionan bien, pero en otras, obtendrás mejores datos con aplicaciones de terceros como HWMonitor o Core Temp. Porque, claro, Windows tiene que complicarlo más de lo necesario, ¿no?
Cómo comprobar la temperatura de la CPU en Windows 11
Esta sección explica diferentes maneras de obtener una idea clara del estado térmico de tu CPU. Es una combinación de comprobaciones rápidas y una monitorización más detallada. Si tu PC se siente lento o ruidoso, o si ves que la temperatura sube a más de 30 o 35 °C, es hora de intervenir. Verás lecturas en tiempo real, consejos para interpretar los datos y, si es necesario, podrás realizar reparaciones de refrigeración tú mismo.
Acceso a las herramientas de rendimiento integradas
Esto no te indicará la temperatura exacta, pero es útil para detectar si tu CPU está bajo mucha carga. Abre el Administrador de tareas con Ctrl + Shift + Escy luego ve a la pestaña Rendimiento. Verás las estadísticas de uso de la CPU. Si se mantiene alta, quizás tu CPU se esté sobrecalentando o tenga problemas. En algunos equipos, esto es suficiente para saber si la temperatura está alta, pero para estar seguro, necesitarás herramientas que indiquen la temperatura directamente.
En muchos sistemas, esa información no se muestra aquí, así que es solo un punto de partida. Aun así, en algunas configuraciones, ayuda a detectar qué está pasando antes de que la situación empeore.
Acceso a BIOS/UEFI para lecturas directas de temperatura
Para una vista más directa, reinicia tu PC e ingresa a la BIOS/UEFI. Normalmente, basta con presionar F2, F10 o Supr durante el inicio. Busca opciones como Monitor de Hardware, Estado del Sistema o similares. Esa sección debería mostrar la temperatura actual de tu CPU. Este método ayuda a verificar si el sobrecalentamiento se debe a un problema de la BIOS o a otra cosa.
Es cierto que esto puede parecer un poco engorroso, pero es más preciso que simplemente adivinar con software. Ten en cuenta que las versiones de BIOS varían mucho, por lo que la ubicación de la información de temperatura puede variar. Si no ves nada obvio, consulta el manual del fabricante de la placa base o el sitio web de soporte.
Uso de software de terceros para una monitorización detallada
Aquí es donde todo se vuelve útil. Programas como HWMonitor, Core Temp u Open Hardware Monitor son opciones populares. Muestran la temperatura, la carga e incluso la velocidad del ventilador en tiempo real. Suelen ser más fiables y detallados que la BIOS, sobre todo si quieres controlar todo mientras juegas o trabajas duro.
Simplemente descarga, instala y ejecuta la aplicación. Es posible que veas gráficos o números un poco confusos, pero sobre todo, presta atención a la temperatura de los núcleos de la CPU. Normalmente, verás la temperatura de cada núcleo, y las zonas seguras suelen estar por debajo de los 80 °C, aunque algunas CPU pueden soportar temperaturas un poco más altas. Si la temperatura supera esta temperatura con frecuencia, quizás sea hora de limpiar tu PC o mejorar la refrigeración.
Y sí, a veces es raro: el software puede no funcionar correctamente la primera vez o mostrar lecturas extrañas. Reiniciar o reinstalar suele ser útil. Y si la temperatura es alta, pero tu PC no hace ruido ni se calienta, revisa la pasta térmica o el flujo de aire. La acumulación de polvo se subestima como causa.
Adquiera el hábito de detectar las señales de advertencia
Una vez que tengas las herramientas y los conocimientos necesarios, revisa las temperaturas periódicamente, por ejemplo, una vez al mes o cuando trabajes con mucha intensidad. Si notas que las temperaturas superan los 27 o 32 °C, es el momento de actuar. Mantén limpias las rejillas de ventilación, asegúrate de que los ventiladores giren y considera volver a aplicar pasta térmica o mejorar la refrigeración si esto se convierte en un problema habitual.
En algunas configuraciones, reiniciar o volver a colocar el disipador de la CPU puede reducir la temperatura rápidamente. No lo ignore: un sobrecalentamiento prolongado puede dañar la CPU o causar inestabilidad en el sistema.
Consejos para comprobar la temperatura de la CPU en Windows 11
- Los controles periódicos evitan apagados inesperados o daños en el hardware.
- El polvo y las rejillas de ventilación obstruidas suelen ser causas del aumento de la temperatura: mantenga su PC limpia.
- Considere volver a aplicar pasta térmica si las temperaturas son persistentemente altas.
- Asegúrate de que todos tus ventiladores estén funcionando: no hay excusas.
- Utilice software de terceros si desea obtener la información más precisa y detallada.
Preguntas frecuentes sobre la comprobación de la temperatura de la CPU en Windows 11
¿Puedo comprobar la temperatura de la CPU sin software de terceros?
Técnicamente sí, usando BIOS/UEFI, pero no es la forma más cómoda ni frecuente. No te dará actualizaciones en tiempo real, solo una instantánea al reiniciar.
¿Por qué es tan crucial monitorear la temperatura de la CPU?
Debido a que las altas temperaturas con el tiempo pueden causar daños o reducir el rendimiento, mantenerlas bajo control garantiza que la CPU no se ralentice ni se queme prematuramente.
¿Qué se considera una temperatura segura de la CPU?
Generalmente, una temperatura de 40 °C a 70 °C con carga es aceptable. Cualquier temperatura superior a 80 °C suele requerir una revisión más exhaustiva, sobre todo si se mantiene en ese nivel.
¿Con qué frecuencia se debe comprobar esto?
Regularmente, idealmente una vez al mes o si notas que tu PC funciona de forma extraña, que los ventiladores se aceleran o que va lento. Si te gusta el overclocking, es recomendable realizar comprobaciones más frecuentes.
¿Las altas temperaturas pueden dañar mi CPU?
Sí, sobre todo si es prolongado o si aumenta repentinamente. El sobrecalentamiento puede causar daños permanentes o acortar su vida útil, así que no lo ignore.
Resumen
Sinceramente, controlar la temperatura de la CPU no es ciencia espacial, pero puede ser un poco molesto si no se conocen las herramientas adecuadas. Una vez que se domina, es solo un mantenimiento rutinario, como revisar el aceite del coche. La buena noticia es que, con algunas herramientas gratuitas y un poco de familiaridad, detectarás los problemas antes de que se conviertan en reparaciones costosas.
Resumen
- Abra el Administrador de tareas para comprobar rápidamente el uso de la CPU.
- Reinicie en BIOS/UEFI para obtener lecturas directas de temperatura.
- Descargue e instale software de terceros confiable para obtener gráficos detallados.
- Adquiera el hábito de controlar la temperatura periódicamente.
- Actúe rápidamente si las temperaturas superan los límites seguros.
Ojalá esto le ahorre algunas horas a alguien. Es solo una pequeña rutina, pero puede ahorrarle muchos dolores de cabeza en el futuro.¡Buena suerte manteniendo la CPU fría!