Revisar la temperatura de tu CPU en Windows 10 puede parecer una tarea tediosa, pero es muy importante si notas ralentizaciones extrañas, fallos aleatorios o simplemente quieres asegurarte de que tu equipo no se sobrecaliente. A veces, no te das cuenta de que tu sistema se está sobrecalentando hasta que es demasiado tarde, como cuando tu portátil empieza a ralentizarse o los ventiladores se ponen a toda marcha. Usar las herramientas integradas no es sencillo (spoiler: Windows no te da una lectura de temperatura dedicada en la configuración normal), así que la mayoría de la gente usa software de terceros. El objetivo aquí es anticiparse a posibles problemas de sobrecalentamiento, asegurarse de que tu refrigeración esté haciendo su trabajo y evitar daños en el hardware. Además, es interesante ver cómo se ven esos números cuando estás jugando o realizando trabajo pesado. Una vez configurado, tendrás una imagen clara del estado de tu CPU y podrás detectar problemas a tiempo.
Cómo comprobar la temperatura de la CPU en Windows 10
Para asegurarte de que tu PC no se convierta en una tostadora, monitorear la temperatura de la CPU es clave. Aquí tienes un resumen sencillo: si sigues estos pasos, obtendrás información en tiempo real y evitarás quemar tu hardware. No es demasiado complicado, pero unos pocos pasos podrían hacerte sentir como un experto en tecnología (o al menos menos despistado).Prepárate para dedicar unos minutos a descargar herramientas, explorar sus configuraciones y controlar la temperatura durante las tareas pesadas. Si las temperaturas altas son habituales para ti, entonces es hora de investigar soluciones de refrigeración o rutinas de limpieza. De lo contrario, una comprobación rápida de vez en cuando mantiene todo funcionando a la perfección. En una configuración funcionó de maravilla, en otra…bueno, a veces esas lecturas suben inesperadamente, lo cual es un poco molesto, pero a veces inevitable.
Descargue una herramienta de monitoreo de temperatura
Este es el primer paso, obvio, pero importante. Core Temp y HWMonitor son populares, sencillas y fiables, y además, consumen pocos recursos de la CPU. Visita sus sitios oficiales, evita enlaces de descarga sospechosos y descarga la última versión. Estas herramientas muestran la temperatura actual de la CPU directamente en la pantalla principal, sin complicaciones. En algunos equipos, las lecturas no siempre son ultraprecisas sin sensores adicionales, pero son suficientes para las comprobaciones diarias. Resulta un poco extraño cómo todas estas herramientas funcionan a la perfección, considerando que Windows se niega a proporcionar esta información por defecto.
Instalar la herramienta de monitorización
Ejecuta el archivo de instalación que descargaste, sigue las instrucciones y asegúrate de desmarcar cualquier bloatware si aparece (Windows suele intentarlo).Una vez instalada, abre la aplicación. Por ejemplo, Core Temp se abre rápidamente con una interfaz limpia, mostrando la temperatura actual del núcleo de la CPU, a menudo en grados Celsius. No es complicado, pero presta atención a las funciones adicionales, como la configuración de alertas o el registro, si te interesan. A veces, una instalación desde cero en un equipo nuevo requiere algunos ajustes, pero en general, es sencillo. Ten en cuenta que algunos sistemas pueden necesitar reiniciarse para que los sensores se inicialicen correctamente, así que no te preocupes si las temperaturas parecen extrañas al principio.
Comience a monitorear e interpretar las lecturas
Una vez que estés en la aplicación, observa los números durante la inactividad y bajo carga, como cuando estás jugando o ejecutando aplicaciones intensivas. Generalmente, las temperaturas en inactividad rondan los 30-40 °C, y cuando está bajo estrés, es normal que las temperaturas alcancen los 70 °C o un poco más. Cualquier temperatura por encima de los 80 °C constantemente, y estás coqueteando con un posible sobrecalentamiento. En ciertas laptops o PC antiguas, las temperaturas superiores a 75 °C durante juegos o tareas exigentes son comunes, pero si tu sistema siempre está alrededor de los 85 °C o peor, es una señal para revisar tus soluciones de enfriamiento o limpiar el polvo.¿Lo extraño? A veces, las temperaturas suben momentáneamente y luego vuelven a bajar; eso es normal, pero las temperaturas altas sostenidas significan que algo anda mal.
Configurar alertas y configuraciones adicionales
Si el software lo permite, configura alertas de temperatura para recibir notificaciones antes de que la situación se agrave. Esto es especialmente útil si tu sistema no tiene una buena regulación automática o si estás haciendo overclocking. Muchas herramientas te permiten definir una temperatura máxima (por ejemplo, 75 °C) y te notificarán o reducirán la carga automáticamente si se alcanza. No todo el software es perfecto, pero en algunas configuraciones, las alertas funcionan mejor de lo esperado. Piensa en ello como un monitor de salud para tu PC: no siempre es necesario, pero es muy útil para tu tranquilidad. A veces, he notado que estas herramientas se vuelven inestables en instalaciones antiguas de Windows, así que tenlo en cuenta.
En resumen, una vez hecho esto, tendrás una buena idea de si la refrigeración de tu sistema está a la altura o si es hora de una limpieza, un ventilador nuevo o incluso una pasta térmica mejor. Revisar la temperatura regularmente es como darle el pulso a tu PC: no siempre es emocionante, pero puede ahorrarte muchos dolores de cabeza en el futuro. Controla esos números y detectarás problemas antes de que se conviertan en reparaciones costosas. Ojalá esto ayude a evitar apagados extraños o fallos de hardware, porque, claro, Windows tiene que dificultar más de lo necesario ver qué está pasando realmente en el interior.