Cómo corregir una pantalla estirada en Windows 11: soluciones fáciles

Tener una pantalla estirada o con un tamaño extraño en Windows 11 puede ser muy frustrante, sobre todo cuando altera la apariencia y hace que todo se vea raro. Normalmente, esto se debe a una configuración incorrecta de la resolución de pantalla o a controladores gráficos desactualizados, pero solucionarlo no es tan complicado como parece. A veces, la pantalla volverá a la normalidad con solo modificar algunos ajustes, pero en ocasiones será necesario actualizar o reinstalar los controladores. Esta guía debería ayudarte a encontrar soluciones comunes y, una vez configurada, con suerte tu pantalla se verá nítida y con la relación de aspecto correcta. Sinceramente, es un poco raro que Windows presente este tipo de fallos, como si estuviera complicando las cosas de más, así que intentemos solucionarlo sin demasiados problemas.

Cómo arreglar la pantalla estirada en Windows 11

Ajustar la resolución de la pantalla

En primer lugar, esta solución se trata de hacer que Windows “recuerde” cómo se supone que debe verse el monitor. En algunas configuraciones, Windows no cambia automáticamente a la resolución correcta, especialmente después de desconectar o actualizar. Para hacer esto, vaya a Configuración > Sistema > Pantalla. Luego, desplácese hacia abajo hasta Resolución de pantalla. Hay un menú desplegable: seleccione el que está marcado como Recomendado. Esta configuración generalmente coincide con la resolución nativa de su monitor, por lo que corrige el estiramiento la mayoría de las veces. Si aún es extraño después, puede que valga la pena intentar bajar o subir manualmente solo para ver si eso ayuda a recalibrar las cosas. A veces, Windows puede elegir una resolución extraña por sí solo, especialmente si se detecta automáticamente de forma incorrecta. En algunas máquinas, esta solución puede causar un parpadeo o una pantalla negra breve, porque, por supuesto, Windows tiene que hacer las cosas un poco más dramáticas de lo necesario.

Actualice o reinstale su controlador de gráficos

A continuación, aquí es donde las cosas se complican, pero actualizar el controlador de su tarjeta gráfica puede ser de gran ayuda. Los controladores obsoletos o dañados son los principales culpables de las rarezas de la pantalla. Presione Win + Xy seleccione Administrador de dispositivos. Busque Adaptadores de pantalla y haga clic en la pequeña flecha para expandir. Haga clic derecho en su tarjeta gráfica (como Nvidia, AMD o Intel) y seleccione Actualizar controlador. Elija Buscar automáticamente software de controlador actualizado. Si Windows encuentra un controlador nuevo, lo instalará. En algunas configuraciones, funciona de inmediato; en otras, es posible que deba reiniciar o incluso descargar manualmente el controlador más reciente del sitio del fabricante de su GPU, como la página de controladores de Nvidia o el sitio de soporte de AMD. A veces, una reinstalación limpia del controlador (usando herramientas como DDU—Display Driver Uninstaller) ayuda si las actualizaciones son inestables o tienen errores. Tenga en cuenta: ocasionalmente, volver a una versión anterior del controlador puede solucionar una actualización reciente que causó el problema, así que si las actualizaciones recientes causaron el estiramiento, inténtelo.**

Verifique los cables físicos y la configuración del monitor

A veces, este problema de estiramiento ni siquiera es culpa de Windows; los cables o la configuración del monitor pueden causarlo. Si usas una computadora de escritorio, revisa todos los cables HDMI, DisplayPort o VGA. Los cables sueltos o dañados pueden enviar señales extrañas a Windows, haciendo que la pantalla se vea apagada. Además, revisa el menú en pantalla de tu monitor. Algunos monitores tienen opciones de escalado, como Relación de Aspecto, Solo Escanear o Zoom. Estas opciones a veces se cambian accidentalmente o se configuran por defecto en un modo que estira la imagen. Restablece la configuración al modo automático o al original, por si acaso.

Trucos adicionales si aún no se ha solucionado

Si ajustar la resolución y actualizar los controladores no funcionó, otra opción es restablecer la configuración de escala de pantalla. Ve a Configuración > Accesibilidad > Tamaño del texto y visualización. Restablece cualquier configuración de escala o DPI personalizada a sus valores predeterminados. Y si te animas, revisa el panel de control de tu tarjeta gráfica (como el Panel de control de Nvidia o la configuración de AMD Radeon).A veces, las opciones de escala de pantalla anulan la configuración de Windows y pueden causar estiramientos extraños o barras negras.

Otra opción si todo lo demás falla: desinstala y reinstala completamente el controlador de gráficos. Consulta la guía detallada aquí si quieres realizar una desinstalación limpia.

A veces, un simple reinicio después de actualizar los controladores o cambiar la configuración ayuda a que todo vuelva a la normalidad. No siempre es evidente por qué, pero parece que Windows necesita ese pequeño empujón para aplicar los cambios correctamente.

Con suerte, una de estas soluciones restaurará la configuración a la normalidad. Revisar regularmente las actualizaciones de controladores y los cables ayuda a evitar que esto vuelva a ocurrir, pero a Windows le encanta sorprender, así que no te sorprendas si vuelve a fallar algún día. La perseverancia tiene su recompensa: sigue probando hasta que todo vuelva a funcionar correctamente.

Resumen

  • Ajuste la resolución de pantalla a la configuración recomendada
  • Actualizar o reinstalar los controladores gráficos
  • Verifique las conexiones de los cables y monitoree las opciones de escala
  • Restablecer la escala de pantalla en la configuración de Windows
  • Reiniciar después de realizar los cambios para asegurarse de que todo se mantenga.

Resumen

Arreglar una pantalla estirada en Windows 11 no suele ser un gran problema una vez que se descubre si está relacionada con el controlador, un fallo de resolución o un problema del cable. Normalmente, actualizar el controlador de la tarjeta gráfica y ajustar la resolución soluciona el problema. Solo recuerda que a veces Windows actúa como si te estuviera tomando el pelo a propósito, así que la paciencia es clave. Con un poco de investigación y ensayo y error, ese estiramiento extraño debería desaparecer y tu pantalla volverá a verse bien. Cruzo los dedos para que esto le ayude a alguien a ahorrarse tiempo de desesperanza; a mí me funcionó en varias máquinas, así que espero que también solucione el tuyo.