Crear un USB de recuperación de Windows 11 es, sinceramente, una de esas cosas que esperas no necesitar nunca, pero cuando surge un problema, es un salvavidas. Piensa en ello como una red de seguridad preventiva. Si tu PC se niega a arrancar misteriosamente, se daña o simplemente funciona de forma extraña, este USB puede ayudarte a solucionar problemas, reparar o incluso reinstalar Windows. Solo necesitas una memoria USB (preferiblemente de 16 GB o más) y un equipo con Windows 11. Sigue estos pasos y tendrás una práctica herramienta de rescate lista para usar.
Cómo crear una memoria USB de recuperación de Windows 11
En teoría, crear una unidad de recuperación parece sencillo: conectar una memoria USB, seleccionar algunas opciones y ¡listo! Pero la vida real, claro, puede darte sorpresas. A veces, la memoria USB no se formatea correctamente o Windows muestra errores a mitad del proceso. Para evitar ese estrés, asegúrate de que la memoria USB esté limpia y, si puedes, haz una copia de seguridad de todo lo que contenga antes de empezar. Además, recuerda que el proceso formatea la unidad por completo, así que no habrá archivos de recuperación ocultos si no tienes cuidado.
Inserte su unidad USB
Primero, busca una memoria USB sin usar con al menos 16 GB de espacio y conéctala a un puerto libre. No importa si es frontal o posterior, pero evita un concentrador extraño si es posible. Asegúrate de que no contenga nada importante, ya que este proceso borrará todo. En algunas configuraciones, el proceso de formateo puede bloquearse o generar errores extraños, especialmente si la unidad es defectuosa o antigua, así que usa una de buena calidad si es posible.
Abra la herramienta de unidad de recuperación
Escribe “Unidad de recuperación” en la barra de búsqueda de Windows y haz clic en “Crear una unidad de recuperación”. Está integrada en Windows 11, así que no necesitas descargas adicionales. Si no aparece o funciona de forma extraña, a veces, ejecutarla cmd
como administrador y escribirla recdisc.exe
puede forzar su apertura. En algunos equipos, la herramienta no se inicia, lo que significa que podrías tener que buscar actualizaciones de Windows o reparar archivos del sistema. Una vez que aparezca, todo debería ser sencillo.
Habilitar la opción de copia de seguridad
Cuando aparezca la ventana, marca la casilla ” Copia de seguridad de los archivos del sistema en la unidad de recuperación”.¿Por qué? Porque esto crea una copia de seguridad de los archivos principales de Windows, lo que permite una reinstalación posterior si es necesario. Este paso requiere algo de tiempo (a veces bastante, dependiendo de la velocidad), pero vale la pena. Ten paciencia, ya que copiar todos esos archivos del sistema puede tardar unos 20 minutos o más. Es posible que las barras de progreso se queden en 0 % durante un tiempo; Windows no siempre es el más rápido con este paso.
Seleccione su unidad USB
Seleccione su unidad de la lista (normalmente aparece como la letra de la unidad, como D: o E:) y haga clic en Siguiente. Compruebe que haya elegido la correcta, ya que el formateo la borrará por completo. Si tiene varios USB conectados, asegúrese de cuál es el correcto; de lo contrario, corre el riesgo de perder datos importantes. Una vez seleccionado, haga clic en Siguiente. El proceso es prácticamente instantáneo.
Crear la unidad de recuperación
Pulsa el botón “Crear” y espera. Esta parte puede tardar un poco (en algunas configuraciones, entre 15 y 30 minutos), así que tómate un café o simplemente deja que se complete. Si tu PC entra en modo de suspensión o cierras la tapa, podría cancelarse a mitad de proceso, así que mantén el sistema activo. Una vez finalizado, se recomienda expulsar el USB de forma segura, y listo, tu USB de recuperación estará listo para ayudarte con el día.
Una vez hecho esto, esa unidad USB puede ayudar a solucionar problemas de inicio, ejecutar reparaciones o incluso reinstalar Windows si todo lo demás falla. Simplemente manténgala actualizada después de las actualizaciones importantes de Windows, ya que los medios de recuperación obsoletos a veces pueden ser menos efectivos. No sé por qué, pero Windows tiene que complicar las cosas más de lo necesario.
Consejos para crear una unidad USB de recuperación de Windows 11
- Asegúrate de que tu USB tenga al menos 16 GB (no intentes meter archivos en una unidad pequeña, créeme).
- Primero, haz una copia de seguridad de los datos del USB. Se borrarán sin más.
- Algunas unidades USB más antiguas pueden presentar problemas, por lo que conviene utilizar marcas más nuevas o al menos de buena reputación, si es posible.
- Etiquete la unidad claramente, tal vez con “Win11 Recovery” para que no se mezcle con otras cosas.
- Guárdalo en un lugar seguro, tal vez en tu caja de herramientas o cajón, para que esté listo cuando lo necesites.
Preguntas frecuentes
¿Qué es exactamente un USB de recuperación?
Es básicamente una herramienta para reparar tu PC si Windows no arranca correctamente. Inicia un entorno de recuperación donde puedes ejecutar diagnósticos o reinstalar Windows.
¿Puedo utilizar cualquier unidad USB?
Preferiblemente sí, pero necesita al menos 16 GB de espacio, y algunas unidades antiguas o baratas podrían no funcionar bien. Las memorias USB 3.0 modernas suelen ser más fiables, especialmente durante el proceso de formateo y copia.
¿La creación de un USB de recuperación borrará todos los datos?
Sí, por supuesto. Formatea la unidad por completo, así que no intentes usar una que ya sea importante a menos que hayas hecho una copia de seguridad completa primero.
¿Debería crear esto en mi PC principal?
Sí, definitivamente intenta crearlo en la PC que necesitarás reparar algún día. Crearlo en otro lugar puede funcionar, pero nunca se sabe si el USB será compatible o si tendrás problemas con los controladores en otra máquina.
Resumen de pasos
- Conecta una unidad USB limpia (de 16 GB o más).Comprueba que esté vacía o haz una copia de seguridad primero.
- Busque Recovery Drive y abra la herramienta.
- Marque la casilla para incluir archivos del sistema y luego presione Siguiente.
- Seleccione su unidad USB, confirme y presione Crear.
- Espere a que termine; no apague ni desenchufe durante el proceso.
Resumen
Sí, es un poco molesto que Windows complique más de lo necesario la creación de un USB de recuperación, pero una vez hecho, tienes un plan B para esos momentos de sorpresa. Recuerda: actualizar la unidad de recuperación con regularidad puede ahorrarte muchos dolores de cabeza más adelante. Es una de esas pequeñas tareas que dan buenos resultados cuando el sistema falla inesperadamente.
Ojalá esto le ahorre algunas horas a alguien. Más vale prevenir que curar, ¿no?