Desinstalar Windows 10 no es precisamente pan comido, pero no es tan complicado como parece, si sabes lo que haces. A veces, la gente quiere cambiar las cosas porque quizás Windows 10 ya no funciona o simplemente están cansados de él. Sea cual sea el motivo, el proceso completo implica algunos pasos clave: hacer una copia de seguridad de todo, crear un medio de instalación de arranque, cambiar la configuración del BIOS y, finalmente, instalar un nuevo sistema operativo. Es como hacer borrón y cuenta nueva, pero con un poco de preparación. Recuerda que todo se borra durante el proceso, así que no te saltes la copia de seguridad si quieres conservar algún archivo.
Cómo desinstalar Windows 10
Copia de seguridad de datos importantes: porque, por supuesto, todo debe guardarse primero.
Esta es la parte crucial que muchos pasan por alto y luego lamentan. Querrás guardar todas tus fotos, documentos, descargas y todo lo que no puedas permitirte perder. Los discos externos son más fáciles de usar, pero servicios en la nube como OneDrive, Google Drive o Dropbox también funcionan. Solo asegúrate de que todo esté transferido y accesible desde otro lugar. A veces, en algunas configuraciones, el proceso de copia de seguridad puede ser un poco inestable; por ejemplo, crees que está listo y luego descubres que faltan archivos o que los permisos no son correctos. Comprueba que todo esté seguro antes de continuar.
Cree un medio de instalación de arranque: su boleto a un nuevo comienzo
A continuación, necesitarás una memoria USB o un DVD con el sistema operativo que quieras.¿Quieres prescindir de Windows por completo? Las distribuciones de Linux como Ubuntu o Fedora son gratuitas y bastante fáciles de usar. Descarga la imagen ISO del sitio web oficial y usa herramientas como Rufus (para Windows) o balenaEtcher (multiplataforma) para crear la unidad de arranque. Aquí es donde la cosa se complica un poco, ya que tendrás que seleccionar la ISO correcta y asegurarte de que el proceso se complete sin errores. En una máquina, la creación del medio falló la primera vez, pero funcionó como por arte de magia tras reiniciar. Es curioso cómo Windows siempre complica estas cosas más de lo necesario, ¿verdad?
Apague y reinicie su PC. Durante el arranque, deberá presionar una tecla (probablemente F2, F12, Supr o Esc) para acceder a la configuración de BIOS/UEFI. La tecla varía según el fabricante. Una vez dentro, busque el menú Arranque y cambie la prioridad de arranque, configurando la unidad USB o DVD como primer dispositivo. Guarde los cambios y salga. Este paso es fundamental: si el orden de arranque no es correcto, el PC cargará Windows normalmente en lugar de arrancar desde el medio de instalación, y entonces no podrá continuar. En algunos sistemas, este paso es sencillo; en otros, es un engorro porque el diseño del menú es deficiente o la BIOS no está actualizada.
Con el orden de arranque definido, reinicie su PC con el USB o DVD conectado. Si todo está configurado correctamente, el sistema iniciará el instalador del sistema operativo. Verá un aviso para iniciar la instalación; siga las instrucciones en pantalla. Durante la configuración, probablemente querrá elegir la instalación personalizada y eliminar las particiones de Windows existentes. Tenga en cuenta que aquí es donde se borran todos sus datos, por lo que es fundamental realizar una copia de seguridad antes. Tras unos avisos, el instalador copiará los archivos y verá la pantalla de configuración de su nuevo sistema operativo.
Instalar el nuevo sistema operativo: el paso final para empezar de cero
Sigue las instrucciones: elige el idioma, la región, la unidad de instalación y las opciones de configuración. Si instalas Linux, suele ser más sencillo y fácil. Simplemente selecciona la unidad, revisa el particionado (si no estás seguro, las opciones predeterminadas suelen funcionar bien) y pulsa instalar. El sistema hará lo suyo, copiará los archivos y, finalmente, se reiniciará con el nuevo sistema operativo. Si usas Windows, es posible que tengas que configurar algunos controladores, pero Linux suele ser más resistente a la detección de hardware. Una vez instalado, tendrás que reinstalar las aplicaciones y restaurar los archivos de la copia de seguridad anterior. Pero bueno, al menos empiezas de cero.
Y sí, después del proceso, tu PC arrancará con el nuevo sistema operativo en lugar de Windows 10. Es bastante satisfactorio, aunque los pasos te resulten un poco estresantes al principio. Ten paciencia, porque navegar por los menús de la BIOS y crear medios de arranque puede ser un poco frustrante, sobre todo si es tu primera vez. Pero bueno, se puede lograr.
Consejos para desinstalar Windows 10
- Verifique dos veces la copia de seguridad: asegúrese de que sus archivos estén completamente guardados y accesibles; no hay nada peor que darse cuenta de que olvidó ese archivo importante después de borrar el sistema.
- Usa fuentes oficiales para los archivos de tu sistema operativo: No tiene sentido descargar ISOs sospechosos de sitios sospechosos. Usa las fuentes oficiales de Windows o Linux.
- Tenga los controladores listos: especialmente si está en Windows, descargue con antelación los controladores para su hardware (Wi-Fi, gráficos, placa base, etc.) en caso de que el sistema operativo no los instale automáticamente.
- Familiarícese con su nuevo sistema operativo: ya sea Linux u otra versión de Windows, una mirada rápida a los conceptos básicos puede ahorrarle muchos dolores de cabeza en el futuro.
- Piense en el arranque dual: si tiene dudas sobre abandonar Windows por completo, configure un sistema de arranque dual para poder probar el nuevo sistema operativo sin perder Windows por completo.
Preguntas frecuentes
¿Puedo desinstalar Windows 10 sin perder datos?
En realidad no. Desinstalar prácticamente borra el disco, así que primero tendrás que hacer una copia de seguridad completa. Una vez que el disco esté limpio, los datos desaparecerán. Más vale prevenir que curar.
¿Qué pasa con mis licencias de software después de desinstalarlo?
La mayoría de las aplicaciones vinculadas a Windows podrían no transferirse sin problemas. Las claves de licencia podrían perderse o requerir una reactivación, especialmente si están vinculadas al hardware. Consulte con los proveedores de software si le preocupa este aspecto.
¿Puedo volver a Windows 10 después de desinstalarlo?
Es posible, pero necesitarás el medio de instalación original y una licencia válida. Si no creaste una unidad de recuperación previamente, podría ser complicado volver atrás sin reinstalar desde cero.
¿Es posible desinstalar Windows 10 e instalar Windows 7 u 8 en su lugar?
Sí, pero tenga en cuenta la compatibilidad del hardware: encontrar controladores para Windows 7/8 puede ser complicado, especialmente para hardware más reciente. Verifique la compatibilidad de su dispositivo antes de cambiar a una versión anterior.
¿Necesito comprar un nuevo sistema operativo para reemplazar Windows 10?
No siempre: las distribuciones de Linux son gratuitas y funcionan bien para muchas tareas. Vale la pena comparar opciones para ver cuál se adapta a tus necesidades antes de invertir en algo nuevo.
Resumen
- Haga una copia de seguridad de todos los archivos importantes: no omita este paso.
- Cree un medio de arranque para el sistema operativo elegido.
- Configure su BIOS para que arranque desde USB/DVD.
- Inicie el instalador y borre Windows 10.
- Sigue las instrucciones de configuración para tu nuevo sistema operativo y comienza de nuevo.
Resumen
Desinstalar Windows 10 puede parecer intimidante al principio, pero si lo desglosas en estos pasos, es bastante manejable. La clave es asegurarte de que todos tus datos estén seguros de antemano y tomarte tu tiempo con la BIOS y los pasos de instalación. Es bastante satisfactorio empezar de cero con un sistema limpio, ya sea para mejorar el rendimiento, la privacidad o simplemente para cambiar de aires. Con suerte, esto te ahorrará algunas horas y frustración. Recuerda: la paciencia y las copias de seguridad son tus mejores aliados en todo esto.