El simulador de vuelo gratuito de Google integrado en Google Earth es un poco peculiar, pero funciona sorprendentemente bien una vez que le pillas el truco. Si alguna vez has querido sobrevolar París o contemplar Nueva York desde las alturas sin salir del navegador, te va a encantar. Eso sí, configurarlo y solucionar algunos problemillas puede resultar un poco confuso. Esta guía te ayudará a que vuele sin problemas: no necesitas hardware sofisticado ni software adicional, solo unos clics y ajustes.
¿Cómo usar Google Flight Simulator?
Instala Google Earth (si es necesario).
Primero, asegúrate de que Google Earth esté listo para usar. En un PC con Windows, puedes descargar e instalar la versión de escritorio (que ofrece más funciones y opciones).Aquí te explicamos cómo:
- Visita el sitio web de Google Earth.
- Descarga la versión correcta: Windows, Mac o Linux. Para Windows 11, la aplicación de escritorio funciona mejor que la versión web para consultar vuelos.
- Siga las instrucciones de instalación.
En algunas configuraciones, usar la versión web en Chrome o Edge puede funcionar, pero si prefieres un control más fluido, opta por la aplicación de escritorio. Para dispositivos móviles, descarga la aplicación Google Earth desde la App Store o Google Play; aunque, seamos sinceros, las funciones de simulador de vuelo no son tan completas allí.
Inicia Google Earth y busca el simulador de vuelo.
Una vez instalado o abierto, querrás acceder al menú correcto. Aquí es donde a veces empiezan los problemas: la interfaz de Google puede resultar un poco críptica.
- Abre Google Earth.
- Haz clic en el menú hamburguesa (las tres líneas horizontales) en la esquina superior izquierda.
- Desplázate hacia abajo para encontrar Flight Simulator. Si no lo ves, asegúrate de estar usando la última versión o intenta reiniciar la aplicación.
Si no ve la opción de inmediato, busque actualizaciones o restablezca la aplicación a la configuración predeterminada. A veces, en algunos equipos, solo aparece después del primer reinicio.
Selecciona tu aeronave y ajusta la configuración.
Esta parte es bastante divertida. Puedes elegir entre una avioneta Cessna lenta, un avión de combate o posiblemente otros aviones si han añadido más opciones últimamente. Esto es lo que tienes que hacer:
- Haz clic en el menú desplegable de aeronaves y elige tu vuelo.
- Selecciona tu lugar de lanzamiento: busca tu ciudad o lugar emblemático favorito.
- Ajusta parámetros como la hora (día o noche), la altitud y la velocidad. También, elige si prefieres el piloto automático o el control manual.
Aquí es donde surgen los problemas si los controles no responden bien: comprueba que tu dispositivo de entrada funcione correctamente y, si tienes un joystick o mando, conéctalo ahora. En algunas configuraciones, los controles pueden estar configurados por defecto en el teclado, lo que puede resultar impreciso al girar bruscamente o al aterrizar.
Comienza tu vuelo
Tras configurarlo todo, pulsa Iniciar vuelo. A continuación, usa el ratón, el teclado o el mando para pilotar:
- En el teclado: las teclas de flecha o WASD suelen controlar la inclinación y la guiñada.
- Mover el ratón cambia la vista, pero si tienes un joystick dedicado, es mucho más fluido.
- Cambia entre las vistas de la cámara (cabina, externa) haciendo clic en iconos o teclas, lo que realmente te ayuda a tener la sensación de volar o simplemente a disfrutar del paisaje.
Ajusta la sensibilidad de los controles si notas que responden con demasiada brusquedad. Claro, a veces Google complica las cosas más de lo necesario: puede que necesites calibrar los controles en los ajustes del sistema operativo o en el panel de control del dispositivo.
Explora y vuela alrededor
Desde aquí, solo tienes que volar y admirar los lugares de interés. Usa el mapa y la barra de búsqueda para ir a cualquier parte: desde monumentos famosos hasta parajes naturales remotos. Acércate a tus lugares favoritos o sigue carreteras y ríos para una experiencia más inmersiva. A veces, los controles pueden ser algo lentos o inestables, así que ten paciencia. Y, ¿por qué no probar los vuelos nocturnos?
Consejos para solucionar problemas comunes
Si observa que el simulador no se inicia o que los controles no responden, compruebe lo siguiente:
- Asegúrate de que tu navegador o la aplicación Google Earth esté completamente actualizada. A veces, las versiones obsoletas deshabilitan algunas funciones.
- Desactiva cualquier extensión del navegador que pueda interferir con Google Earth.
- Si las opciones del menú no aparecen o presentan errores, borra la caché y las cookies. A veces, un simple borrado Ctrl + Shift + Deletesoluciona el problema.
- Para los controles, verifique si su dispositivo de entrada funciona con otros programas. Algunos joysticks antiguos necesitan controladores o recalibración en su sistema operativo.
- Si los controles parecen demasiado sensibles o lentos, acceda a la configuración de su dispositivo o intente ajustar la sensibilidad dentro de Google Earth, si es posible.
Y si sigues teniendo problemas, a veces reiniciar la aplicación o incluso el ordenador soluciona fallos extraños. En algunos equipos, al iniciar la aplicación por primera vez puede que no se muestren las opciones de vuelo hasta que se reinicie todo.
Conclusión
En resumen, Google Flight Simulator es una forma genial y gratuita de obtener una vista panorámica del mundo. Es fácil empezar una vez que tienes Google Earth instalado y funcionando, aunque quizás necesites ajustar algunos controles o menús. No esperes un realismo perfecto, pero es lo suficientemente entretenido para explorar ciudades y monumentos en tardes tranquilas. Solo se necesita paciencia, y tal vez conectar un mando si quieres un vuelo más fluido.
Resumen
- Instala o actualiza Google Earth.
- Abre el menú y busca Simulador de vuelo.
- Seleccione su aeronave y ubicaciones; ajuste la configuración según sea necesario.
- ¡Empieza a volar y explora el mundo, manejando los controles con cuidado!
- Solucione los problemas de control comprobando la configuración y las actualizaciones del dispositivo.
Resumen
Al principio, todo esto puede parecer un poco tosco —porque Google no se caracteriza precisamente por su elegancia—, pero una vez configurado, volar por el navegador no está tan mal. Si logras que funcione, es una forma divertida de pasar el rato o de explorar futuros destinos de viaje desde las alturas. Crucemos los dedos para que esto ayude a algunos a despegar —literalmente—.