Cómo minimizar todas las ventanas en Mac para un flujo de trabajo más rápido

¿Alguna vez te has encontrado en un mar de ventanas abiertas en tu Mac y has deseado una forma fácil de borrar todo de la pantalla? Sí, a mí me pasa lo mismo. Hacer clic en cada ventana para minimizarla es un rollo, sobre todo cuando intentas cambiar de tema rápidamente. Por suerte, hay un atajo ingenioso que puede ocultar todas tus aplicaciones abiertas de una sola vez, dándote ese escritorio limpio y ordenado en segundos. Es una combinación un poco rara: “Comando + Opción + H + M”, pero una vez que te acostumbres, te preguntarás cómo vivías sin ella. Recuerda que no cierra tus aplicaciones, solo las oculta, para que puedas retomarlas donde las dejaste más tarde sin perder nada.

Si este atajo no funciona o buscas otras maneras de mantener tu espacio de trabajo ordenado, no te preocupes: Mac tiene algunos trucos para gestionar las ventanas como un profesional. A veces, el atajo puede ser un poco complicado, sobre todo si se modifican o desactivan en Preferencias del Sistema. Además, ten en cuenta que, en algunas configuraciones, es posible que tengas que activar estos atajos primero o personalizarlos si entran en conflicto con otras herramientas. Pero en la mayoría de los casos, estos pasos funcionarán.

Cómo solucionar el acceso directo “Minimizar todas las ventanas” en Mac

Método 1: Usar el atajo de teclado integrado

Esta es la forma más sencilla, si es que funciona. La idea es que “Comando + Opción + H + M” oculte todas las ventanas abiertas, lo que te da tranquilidad en el escritorio al instante. Esta combinación está bastante oculta en el ecosistema Mac y no es muy conocida, así que es un truco útil para recordar. Si no funciona, revisa la configuración de tu teclado en Preferencias del Sistema > Teclado > Atajos para ver si el atajo está activado o se ha modificado.

Método 2: Configurar un acceso directo personalizado en Preferencias del Sistema

Si el acceso directo predeterminado no funciona o entra en conflicto con otras aplicaciones, intenta crear uno propio. Ve a Preferencias del Sistema > Teclado > Accesos directos. Allí, selecciona Accesos directos de aplicaciones y haz clic en el botón “+”.Selecciona “Todas las aplicaciones”, introduce un título de menú como “Ocultar todas las ventanas” (o el que prefieras) y asigna un acceso directo de teclado que tenga sentido. De esta forma, puedes personalizar algo más fiable o fácil de recordar. Ten en cuenta que puede que necesites probar y probar para encontrar un acceso directo que funcione sin conflicto con otros. En algunas configuraciones, esto ayuda a evitar problemas extraños o fallos de teclas.

Método 3: usa Mission Control o Hot Corners para acceder rápidamente

Si los atajos no te van, Mac cuenta con funciones integradas como Mission Control o Esquinas Activas. Deslizar tres dedos hacia arriba en el trackpad abre Mission Control, lo que te ofrece una vista panorámica de las ventanas. También puedes configurar *Esquinas Activas* en Preferencias del Sistema > Escritorio y Protector de Pantalla > Esquinas Activas para activar acciones como la vista de Escritorio, que oculta todas las ventanas. Es un poco extraño, pero estas opciones pueden ser más rápidas si estás acostumbrado a los controles gestuales o con el ratón.

No sé por qué, pero en algunas configuraciones, el acceso directo podría no funcionar las primeras veces. A veces, reiniciar el Mac o restablecer las preferencias de acceso directo ayuda. Además, asegúrate de que tu macOS esté actualizado, ya que errores o fallos pueden interferir con la funcionalidad del acceso directo.

Resumen

  • Pruebe primero el atajo “Comando + Opción + H + M”: es rápido y sencillo.
  • Si no funciona, verifique la configuración de atajos de teclado en Preferencias del sistema y tal vez configure uno personalizado.
  • Utilice Mission Control o Hot Corners para encontrar formas alternativas de limpiar su espacio de trabajo rápidamente.
  • Reinicie o actualice macOS si los accesos directos parecen rotos o inconsistentes.

Resumen

Este truco, ya sea mediante el acceso directo o la configuración personalizada, puede hacer que tu espacio de trabajo en Mac sea mucho más cómodo en caso de urgencia. La verdad es que es un poco raro lo ocultas que están estas opciones, pero una vez que funcionan, son un salvavidas. Solo ten en cuenta que, a veces, tu Mac podría necesitar un pequeño empujón o un reinicio rápido para que todo funcione correctamente, especialmente si se han manipulado o desactivado los accesos directos.

Con suerte, esto te ahorrará unos minutos en esos momentos frenéticos en los que el escritorio parece un huracán. Olvídate del desorden y concéntrate en lo importante: tu trabajo, tu diversión o simplemente un poco de tranquilidad.¡Mucha suerte probando esto! Las cosas pueden ponerse un poco raras, pero así son las Macs.